5 Consejos: Cómo ser más Seguro

Vaya dilema el que presenta sentirse seguro en estos días, con alta competencia por doquier sin el más mínimo rastro de ayuda por parte de los competidores, simulando una piscina llena de tiburones y donde el agua, es un mar de veneno que no puedes tragar.
Sin contar los distintos episodios de depresión normal que vive el ser humano en las distintas etapas que debe pasar, comenzando por la adolescencia y terminando en la traumática llegada a los 40-50 años de edad.
En temas de autoestima y seguridad poco pueden hacer los consejos y las terapias, más allá de quitar la venda del miedo, que también, se genera por un episodio de debilidad presente en cada etapa antes mencionada.
Pero vamos, no todo se puede dar por perdido porque sabemos que al nacer hemos burlado a lo único que no tiene vuelta atrás, la muerte, por lo que esas caras largas deben quitarse desde este momento y aunque no lo crea, es más seguro de lo que parece, para lo que te dejamos estos pasos a seguir en busca de alcanzar la meta:
1.- Desconoce tus límites
Si bien es cierto que antes de hacer cualquier cosa debemos analizar qué tan propensos al éxito y al fracaso estamos, también es cierto que las limitaciones y obstáculos comienzan por nosotros mismos, ya que decir que estamos al límite, estamos llegando a nuestro límite y repetir mil veces, límite, sólo genera una sensación de no poder más, de limitar nuestras aptitudes.
Desde este momento, actúa siempre con consciencia y sabrás hasta donde llegar, no porque no puedas, sino porque sabes que no aprenderás nada al seguir, o en su defecto, porque perderás tiempo, energía y recursos al intentar llegar a un sitio que no te corresponde. ¡Todo es alcanzable!
2.- Siempre actitud positiva:
Es fácil decirlo, claro, siempre lo será, pero por muy difícil que sea tener una sonrisa y buen ánimo siempre, debes comenzar a comprender que nadie te verá seguro si tú mismo no estás seguro de tu ser y todo lo que te compone, desde la mínima hebra de cabello hasta la última célula en tu sangre.
Tener actitudes negativas y colocarnos en el sitio incorrecto y con la actitud incorrecta, siempre generará que atraigamos cosas pesadas, energías opacas que logran oscurecer nuestra vista y nubla nuestro horizonte.
3.- Enfrenta tus miedos
Aunque suene trillado, es importante saber que la mejor manera de salir de un bache es intentar salir de allí, enfrentar el miedo a caerse cuando subas la pared, evitar un intento por miedo al fracaso.
El fracaso es necesario, porque nadie aprende sin intentar, desde pequeños nos enseñan que debemos estudiar porque no estamos preparados para una prueba, de lo contrario, hacemos la prueba y ya, sin embargo, allí también hay riesgo de fracasar.
El miedo debe entenderse como el punto de partida para un nuevo aprendizaje, como el inicio de algo nuevo que sin duda, nos llenará de paz.
4.- Tú eres tu más fuerte enemigo
No es nada sencillo admitir y entender que el principal enemigo que tenemos, somos nosotros mismos, permitiendo que cada detalle externo se involucre en nuestro crecimiento interno, hasta el punto de entorpecer nuestro avance y ganas de continuar, y es justo en ese momento que estamos descalificados en nuestra propia carrera, al permitir que los complejos ajenos nos afecten en sobre manera y sin probabilidades de avanzar.
Debemos avanzar de manera continua, sin pausa pero sin prisa como dicen por ahí, con enormes ganas, porque allí comienzan muchos pasos, en las ganas, en la ferviente convicción de querer hacer algo, sin ganas no podemos comenzar y sin comenzar, jamás nos sentiremos seguros.
5.- Conoce quién eres realmente
Es inaudito permitir que nos envuelvan cosas externas que poco o nada saben de nosotros, pero eso pasa justo en el momento en el que dejamos de preguntarnos quienes somos, cuando dejamos que las conversaciones interesantes sean con los demás y no con nosotros mismos, evitando y esquivando cada detalle que se presenta en nuestro interior.
Debemos darle freno a nuestros límites y desinterés propio, y por el contrario, darle rienda suelta a la curiosidad, comenzar a tener conversaciones amenas con nuestro yo interno sin ningún tipo de tapujos, sin ningún tipo de tabúes que detengan la máxima intimidad con nuestro ser.
Desde allí estaremos aprendiendo a querer al ser más espectacular que existe, uno mismo, porque más allá de egocentrismo y parafernalias inútiles, cada vez que nos vemos en un espejo tenemos frente a nosotros al mejor ser humano que existe, no porque seamos perfectos, sino porque en el momento en el que entendemos esto, comenzamos a entender el miedo y los fallos, sin necesidad de extender el sufrimiento o la inseguridad inútilmente.
Partir desde nuestros propios defectos pueden darnos las armas necesarias para plantarnos frente a lo que entendemos como obstáculos y no tendremos la necesidad de seguir estancados en un círculo vicioso de miedos e inseguridades.